El Sendero Alto (n. 1) es un antiguo camino de herradura, quizá de la época romana, que se desarrolla a lo largo de la vertiente que separa al litoral del interior. El recorrido completo, encontrándose la mayor parte del mismo en el interior de las Cinco Tierras, parte de Levanto, a occidente, y termina en Porto Venere, a oriente, desarrollándose por más de 40 kilómetros y tocando alturas de 800 metros con un desnivel total de aproximadamente 1.300 metros. Atravesado por muchos senderos secundarios que bajan ya sea hacia el mar, que hacia la capital del Val di Vara, el Sendero Alto es muy lineal y limpio, medianamente difícil, pero accesible a todo el mundo, con tal de que sea afrontado con un mínimo de entrenamiento y una ropa adecuada. Para recorrerlo totalmente se requieren al menos diez horas, pero se aconseja fraccionarlo en varias etapas, realizando paradas en los puntos de descanso que se encuentran a lo largo del camino.
Desde el paso del Monte Marvede se sigue el camino, pasando bajo el Monte Capri, donde se encuentra un presunto menhir. Se trata de un gran bloque de arenisca, de cuatro metros de largo, que se remonta a la Edad del Bronce, que probablemente tenía la tarea de indicar el pasaje del sol al mediodía. Desde aquí se supera el Monte Galera, bajo el cual se abre una gruta artificial, para luego bajar hasta la localidad La Croce, donde se encuentran senderos que conectan el interior con Riomaggiore. Se continúa por un camino de tierra que bordea el Monte Verrugoli, cuya cima está poblada por decenas de antenas y de repetidores, hasta encontrar el Fuerte Bramapane del S. XIX, desde donde se disfruta de un espléndido panorama. Cuando se supera el fuerte se recorre un último tramo en bajada que lleva a la localidad Il Telegrafo, donde hay un punto de descanso.
Delante del punto de descanso del Telegrafo se deja el recorrido principal y se coge el sendero n. 3, un camino de herradura que, hace un tiempo, era la única vía de comunicación entre Riomaggiore y La Spezia. Desde aquí se empieza a descender en dirección hacia el mar hasta que se llega, después de una breve caminata, a la aldea deshabitada de Lemmen, que hace un tiempo se dedicaba al pastoreo y a la agricultura, como atestiguan las antiguas terrazas aún existentes y un abrevadero de piedra arenisca que se encuentra en el medio de las pocas casas reunidas alrededor del restaurado oratorio de San Bernardo. Cuando se supera el pueblo se sigue bajando hasta llegar al Santuario de Montenero. Una vez llegados al edificio, se supera una antigua fuente, la carretera del litoral que se encuentra abajo, y luego se coge una escalinata empinada que lleva al centro histórico de Riomaggiore.